El papel se consigue gracias a la materia orgánica (fibras vegetales y celulosa) que proporciona la madera de los árboles. Pero si la madera es marrón, ¿por qué el papel es blanco?

Cuando la madera llega a la fábrica, la celulosa es primero separada en fibras y luego batida en agua. Se consigue entonces la pasta de papel, que es de color marrón. El cambio de color se produce a continuación. Para conseguir el color blanco tan característico, se añaden a la pasta de papel, aún siendo tóxicos, productos como cloro (Cl) o dióxido de cloro (ClO2).

La diferencia básica entre el papel no reciclado y el reciclado es que en el proceso de obtención de este último no se utiliza cloro, siendo en consecuencia un proceso muchísimo más ecológico como se muestra a continuación:

– Ahorramos agua, ya que solo se utiliza un 10% de toda el agua que se emplea para crear papel blanco, es decir, el papel no reciclado.

– Ahorramos recursos energéticos, puesto que se utiliza casi un 45% menos de energía.

– Ayudamos a evitar la deforestación, ya que el 42% de la madera se emplea para fabricar papel.

– Evitamos el efecto invernadero, ya que en el proceso de fabricación del papel reciclado se reduce hasta un 38% las emisiones de gases que lo provocan.

– Reducimos la emisión de basuras, ya que el papel reciclado genera casi un 50% menos de la misma.

Las diferentes tonalidades del papel que se aprecian en la imagen de abajo se deben a la cantidad de cloro que se ha utilizado en el proceso de fabricación del mismo.

Diferentes tonalidades del papel

A la izquierda, el que menos cloro a necesitado (tono marrón); a la derecha, el que más. Foto tomada en CosmoCaixa, Madrid.

Publicado por Nuria Cuenca Octavio